sábado, 1 de agosto de 2015

Entrenate Para Correr... ¡Con la Mente!

-ADN de Atletas-

Por : R. Zampayo

Te damos los ingredientes para un cerebro veloz que sabe aprovechar al máximo sus facultades. ¡A jugar!


La memoria es, sin duda, la capacidad mental más sorprendente del ser humano.  Ya descubrí de niño que era más rápido que otros. Esto, junto a conseguir buenas notas, me estimulaba y empujaba a querer progresar más. Inventaba técnicas como un juego, y algunas funcionaban. Por ejemplo, jugaba con el agarre del bolígrafo para tratar de escribir muy rápido, veía imágenes por el aula en “plan fantasioso” que me sugiriesen la lección de algún modo, daba vida a lo que leía, usaba ciertos códigos numéricos para ordenar datos, trataba de leer y estudiar velozmente, etc.

No hace falta tener un cociente intelectual elevado para desarrollar la memoria, cualquier persona puede multiplicar varias veces su capacidad para memorizar con el entrenamiento y  la formación adecuada.

Un poco de técnica

Más allá de “trucos” para mejorar nuestra memoria es muy importante centrarnos en las técnicas adaptadas a cómo funciona en realidad nuestra mente. Si una persona quiere desarrollar su memoria debe empezar por mejorar estas técnicas, junto con su imaginación  y su capacidad para visualizar. Hay que trabajar sin temor ni miedo a olvidar. Se trata de saber cuándo y cómo asociar, cuándo y cómo repasar, cómo resumir, crear mapas mentales, etc.

¿Y cómo asocia nuestro cerebro? La asociación es una de las técnicas más importantes, la podemos comparar con la capacidad de crear “películas extraordinarias” que llamen poderosamente la atención de nuestro subconsciente. De esta forma, la información quedará memorizada con fuerza.
Para conseguirlo es necesario visualizar la asociación nítidamente, tanto como si fuera real. Cualquier lector que haya leído mi libro “Desarrolla una mente prodigiosa”  entenderá bien de qué estoy hablando.

Aprendiendo a visualizar

Los datos puros o carentes de lógica se pueden llegar a visualizar realizando acciones que llamen nuestra atención. Por eso es conveniente desarrollar la capacidad de visualización para que sea efectiva. Por ejemplo, un truco que puede servir: si mi objetivo es recordar que los satélites del planeta Marte son Fobos y Deimos, visualizo a “alguien que mata” porque tiene “fobia” a los demás. ¿Qué os parece?  ¿A qué casi podéis verlos? ¡Ya tenemos nuestra película extraordinaria! O lo que es lo mismo, hemos conseguido visualizar esa asociación.

Aquí está la clave que nos permite adquirir con facilidad el vocabulario de un idioma y realizar bastantes “proezas”. No obstante, hay otras capacidades mentales muy importantes, como la retentiva, el procesamiento de datos o la concentración.

A buen “retenedor” 
pocas palabras bastan

La retentiva consta de dos partes, una primera parte técnica, que conseguimos gracias a las técnicas de asociación y visualización, y una segunda parte que desarrollaría esta retentiva como “fuerza bruta” y que genera el ansia para mantener una información que hemos visto fugazmente y que estamos a punto de perder. La mejor forma para alimentar la cualidad retentiva es usar simuladores y memorizar números en muy poco tiempo tratando de escribirlos después. Memorizar combinaciones de ceros y unos, el llamado código binario, consigue aumentar bastante esta cualidad debido al gran parecido entre las  secuencias que forman sus dígitos.

¿Cómo proceso?

El procesamiento de datos consiste en seguir mentalmente y de forma controlada una información, bien sea leída o escuchada. Por ejemplo, si quieres leer 10 palabras por segundo enterándote de lo que lees y siguiendo toda la información, tu mente tiene que ser capaz de procesar a una velocidad de 10 palabras por segundo. Si no es así, notarás que lees pero no te enteras de lo que estás leyendo, te sentirás perdido. Esta velocidad solo se mejora entrenando. Así que ya sabes… Lee, lee… ¡Y entrena!

Aquí está la clave que nos permite adquirir con facilidad el vocabulario de un idioma y realizar bastantes "proezas". No obstante, hay otras capacidades mentales muy importantes, como la retentiva, el procesamiento de datos o la concentración.

A buen “retenedor” 
pocas palabras bastan

La retentiva consta de dos partes, una primera parte técnica, que conseguimos gracias a las técnicas de asociación y visualización, y una segunda parte que desarrollaría esta retentiva como “fuerza bruta” y que genera el ansia para mantener una información que hemos visto fugazmente y que estamos a punto de perder.

La mejor forma para alimentar la cualidad retentiva es usar simuladores y memorizar números en muy poco tiempo tratando de escribirlos después. Memorizar combinaciones de ceros y unos, el llamado código binario, consigue aumentar bastante esta cualidad debido al gran parecido entre las  secuencias que forman sus dígitos.

¿Cómo proceso?

El procesamiento de datos consiste en seguir mentalmente y de forma controlada una información, bien sea leída o escuchada. Por ejemplo, si quieres leer 10 palabras por segundo enterándote de lo que lees y siguiendo toda la información, tu mente tiene que ser capaz de procesar a una velocidad de 10 palabras por segundo. Si no es así, notarás que lees pero no te enteras de lo que estás leyendo, te sentirás perdido. Esta velocidad solo se mejora entrenando. Así que ya sabes… Lee, lee… ¡Y entrena!


                    Las 6 pruebas para las memorias más veloces

Te presentamos las 6 pruebas a las que deben enfrentarse los cerebros más rápidos del mundo para conseguir el título de campeón de Memoria Rápida. En todas ellas solo puntúa la mejor marca conseguida en cada una.

No hace falta que vayas al próximo mundial para que incorpores estos juegos a tus rutinas de entrenamiento mental para desarrollar la fuerza y rapidez de tu cerebro. Puedes hacerlos tú mismo en casa o descargarte gratuitamente el software oficial de competición de la web www.speed-memory.com

1. Números decimales en un segundo. En esta primera prueba se muestran números comprendidos entre el 0 y el 9 durante un segundo. Cuando desaparecen, el jugador debe escribirlos correctamente en su ordenador, aunque previamente puede anotarlos en una hoja de papel “en sucio”. Hay diez intentos y el nivel de dificultad va aumentando progresivamente.
El ganador en el último Campeonato Mundial de Lisboa, Miguel Ángel Vergara, consiguió escribir correctamente más de 21 dígitos en un segundo.

 
2. Números decimales en 4 segundos. El candidato deberá anotar el máximo número de cifras después de verlas en la pantalla durante 4 segundos.
 
3. Figuras de colores. Hay que memorizar bloques de 15 figuras geométricas de colores. Puede haber distintas combinaciones de 8 figuras posibles (círculo, cuadrado, rectángulo, triángulo, pentágono, hexágono, heptágono y estrella) y diez colores (blanco, negro marrón, rojo, verde amarillo, naranja, azul, gris y violeta). La prueba dura un total de 3 minutos. El tiempo de paso más lento entre la transición de un bloque de figuras a otro es de 1,75 segundos.



4. Números binarios en un segundo. Aquí los números que se muestran en la pantalla son una combinación de ceros y unos. El jugador debe escribir la secuencia correcta en un segundo. Hay 10 intentos.

5. Números binarios en 4 segundos. Hay que escribir la secuencia correcta de ceros y unos en cuatro segundos. También son 10 los intentos.

6. Matrices. Consiste en memorizar 12 matrices compuestas por casillas blancas y azules. Todas las matrices tienen el mismo número de casillas, que es  seleccionado por el competidor. La velocidad de paso de las matrices es automática, aumentando progresivamente sin que el competidor tenga opción de modificarla.

Al desaparecer la última matriz, el participante tendrá que dibujarlas en la plantilla del software. En esta prueba no se permite realizar ningún tipo de anotación en ningún momento. La puntuación final dependerá del número de matrices correctamente memorizadas y del número de casillas que tenga cada matriz, a razón de 10  puntos por casilla. Son dos los intentos

 
¿Ya has probado? ¿Cómo vas de agilidad? ¡Solo podrás mejorar jugando!

Memoria = memorización + retentiva

La memoria en sentido genérico es la suma de memorización y retentiva. La capacidad de memorización solo es eficaz si es rápida, si tardamos media hora en memorizar un número de teléfono, desde luego, algo falla. La retentiva debe ser duradera en el tiempo, es decir, si se te olvida rápidamente lo memorizado, vas por mal camino. Para mejorar la memorización hay que saber ordenar los datos y este es un proceso algo largo y complejo, de carácter "mágico"; requiere una hora de aprendizaje, y consigue que lo que leas quede tan fuertemente grabado en tu memoria como si acabaras de ver una película en el cine. A estos datos los llamamos secuenciales.

Por otro lado, los datos aleatorios que no se quedan, a los que denominamos "datos puros", hay que asociarlos "viendo", o visualizando, como decíamos antes,  películas fantásticas en las que estos datos interactúen llamando nuestra atención. Un ejemplo de dato puro es aprender las capitales del mundo, si cambio Polonia por "polo y Varsovia por "vaso" y me veo a mí mismo comiendo un polo de cristal con forma de vaso, lo podré recordar para siempre.

Datos puros son también los datos geográficos e históricos, las fechas, las leyes, todos los números, el vocabulario de un idioma, etc. Por ejemplo, yo sé que en ruso “chimadan” es “maleta” porque he visto una "chimenea" donde dan "maletas". Dominando esta técnica en la que hemos visualizado primero los términos para poder asociarlos después, se puede aprender todo el vocabulario de un idioma en pocas horas.

Desgraciadamente, en la vida diaria no se emplea la memoria de forma efectiva, ni siquiera muchos estudiantes utilizan esta técnica de manera adecuada. El abandono y falta de entrenamiento de la memoria puede desembocar en  Alzheimer, debilidad y atrofia mental, pérdida de concentración  y otras enfermedades y complicaciones similares. Para prevenir todas estas dolencias, está especialmente indicado ejercitar la memoria rápida, que es una explosión mental en la que intervienen todas las capacidades del cerebro.

Es cuestión de ponerse manos a la obra y practicar con cierta frecuencia, como ir al gimnasio. Si nos imponemos rutinas para tonificar, ejercitar nuestras piernas, correr más rápido o durante más tiempo… ¿por qué no hacemos lo mismo con nuestro cerebro? La retentiva, que mide el tiempo que podemos mantener la información memorizada bajo control, solo se desarrolla entrenándola expresamente.

Los cursos y la competición también desempeñan un importante rol en el entrenamiento de nuestro cerebro. La competición te hace llegar varios pasos más allá que si solamente entrenas. Es necesaria si buscas un rendimiento claramente mayor. Hay que saber disfrutar con ella y verla como un medio fiable para demostrar y valorar tus progresos. Recomiendo al menos probar con una, y luego valorar. En los colegios a los niños les encanta y eso que no son conscientes de los beneficios que les reporta, nadie pierde con ellas.

-ADN de Atletas-