Los Pumas están haciendo un Mundial en el que emocionaron a propios y a extraños. Ganaron adeptos, admiración y valoración, y explotaron a corto plazo un proyecto que se imaginaba en su punto más fuerte más adelante.
Con jugadores muy jóvenes, pero con una idea que se consolidó rápidamente en la mentalidad de todos los que formaron parte del proceso y que explotó en el Mundial de Inglaterra, donde demostraron que ya dejaron de ser un batacazo para convertirse en una realidad. Así se podría sintetizar el crecimiento de Los Pumas en la Copa del Mundo.
A pesar de todos los contratiempos que sufrió el equipo durante los ochenta minutos ante Australia, mostró un amor propio sublime y una capacidad para intentar jugar a pesar de chocar una y otra vez con el impenetrable mural de los Wallabies, en una muestra más de lo que este equipo puede llegar a hacer en circunstancias definitivas.
El plan de juego de Daniel Hourcade, pensado para que su punto de ebullición sea en la Copa del Mundo de Japón 2019, con jugadores absolutamente preparados física, mental y rugbísticamente con un roce soñado ante los mejores y en los torneos más destacados (a partir del año que viene Argentina tendrá una plaza en el Super Rugby).
Muchos de los titulares rondan los 20, 21 o 22 años, por lo que llegarán al siguiente Mundial con una edad ideal de 24, 25 o 26, con un Mundidal ya jugado y una cantidad de test matches asombrosa e impensada en otra etapa. Pero el futuro llegó en el Reino Unido este año, contra algunos pronósticos.
A algunas de las grandes virtudes de este seleccionado se le sumó la ofensiva como una herramienta base. Más allá de cualquier fortaleza en las formaciones fijas, en el tackle o en el mismísimo juego defensivo, se creció sobremanera en la búsqueda del ingoal contrario, con elementos y no con ceguera de ir para adelante porque sí.
Este equipo argentino ha calado hondo en la gente, que se siente tan identificada como orgullosa, tan plena viendo un rugby tan lindo de observar que la cuota de satisfacción está garantizada. Todo lo que viene para Los Pumas es un plus de esta búsqueda incesante de ser protagonistas.
Los Pumas están entre los mejores del mundo. Ya no son una grata sorpresa sino una realidad grande como una casa. El futuro ya llegó. Y vino para quedarse.
-ADN de Atletas-