martes, 6 de octubre de 2015

¿A qué llamamos entrenamiento invisible?

-ADN de Atletas-

 

La palabra entrenamiento está fuertemente asociada al hecho de realizar actividad física, pero aunque no lo creas no todos los tipos de entrenamiento requieren de un desgaste físico.






Para cumplir con el “invisible” no necesitas ni un par de zapatillas ni unos shorts de running.

¿En qué consiste? En realizar aquellas actividades pasivas que te ayudan a mejorar tu rendimiento deportivo. Algunas de ellas son:

- Masajes deportivos

- Buena alimentación

- Buena calidad de sueño

 - Estiramientos

- Hidratación

Este famoso entrenamiento invisible es el que te ayudará a no caer en el tan temido exceso de entrenamiento.

Para evitar lesiones y el cansancio extremo, no hay una receta mágica, pero sí hay una serie de pautas relacionadas al cuidado de la alimentación y recuperación que harán que nuestro cuerpo permanezca sano, fuerte y siempre preparado para entrenar.

El entrenamiento invisible también te ayudará a asimilar los trabajos de fuerza y velocidad que realizas en cada una de tus corridas.

Por ejemplo, si no te alimentas correctamente (con proteínas después de entrenar) tu organismo no tendrá los aminoácidos que necesita para reparar los tejidos que se rompieron durante el entrenamiento.

Vamos a otro caso, si no estás hidratado tus músculos estarán débiles y hay más probabilidad de contraer calambres y mareos. Por último, unos buenos masajes pueden ayudar a mejorar la circulación en tus músculos, acelerar la recuperación y, por qué no, ayudarte a distenderte.

Una visita al médico también es parte de este entrenamiento. Un chequeo general es necesario para comprobar si necesitas cambiar la alimentación, e incluso puedes saber si tu cuerpo está sufriendo fatiga muscular. Este mismo estudio también es necesario para descartar cualquier problema de salud. Entonces, cuando no corres no necesariamente no te entrenas.


-ADN de Atletas-