sábado, 19 de septiembre de 2015

Historias ovaladas: Australia campeón y batacazo argentino en Gales’99

-ADN de Atletas-

Por : Ron Burgundy

Segunda final para los Wallabies y segundo título en un torneo histórico para el rugby argentino. Los Pumas accedieron por primera vez a los cuartos de final después de un agónico triunfo ante Irlanda




La cuarta edición del Campeonato del Mundo de Rugby se celebró en Gales -con sedes también en Francia, Inglaterra e Irlanda-. Esta fue la primera edición que se desarrolló en el profesionalismo del rugby.

El equipo anfitrión se clasificó automáticamente, al igual que los tres mejores equipos de la Copa Mundial anterior: Sudáfrica -el campeón-, Nueva Zelanda -subcampeón- y Francia, quien salió tercero. Las otras 16 naciones debieron clasificarse en las eliminatorias regionales.

El campeón fue nuevamente Australia -como en Inglaterra 1991-, quien ganó con comodidad su grupo ante Rumania (57-9), Irlanda (23-3) y Estados Unidos (55-19). En cuartos de final se cruzó con Inglaterra, su vencido en la final del 91, y lo goleó por 44 a 21, luego, en semis, tuvo que luchar para ganarle a Sudáfrica, en suplementario, por 27-21. En la final si triunfó con claridad ante Francia -vencedor de Nueva Zelanda- con un marcador de 35-12. En cuanto a Los Pumas, estos compartieron grupo con Gales -derrota apenas 23 a 18 en el partido inaugural-, con Samoa (victoria 32-16) y Japón (33-12).

Al quedar como mejor tercero de los cinco grupos, participó junto a los segundos en una ronda de playoffs, los ganadores de cada zona pasaron directo a cuartos de final

El rival argentino fue Irlanda y el partido no arrancó de la mejor manera. Los de verde se fueron al descanso 15-9 en un encuentro con las defensas muy cerradas. En el complemento los europeos aumentaron la diferencia, y a falta de quince minutos Los Pumas caían 24-15. Esos últimos minutos fueron una de las demostraciones más grandes de garra que dio el equipo.

A los 32 minutos -y tras una gran jugada colectiva-, Diego Albanese marcó el único try, y tras la conversión de Gonzalo Quesada -más dos penales del apertura-, Argentina se puso al frente 28-24. Después del último tanto nacional, los quince Pumas realizaron una defensa épica a pocos metros de su propio ingoal durante nueve minutos, tirándose de cabeza para evitar que los irlandeses llegaran a la conquista que les daba el triunfo.

En cuartos de final, la selección (agotadísima por el esfuerzo ante los del Trébol) se topó con la poderosa Francia y cayó 47-26, pero Los Pumas se quedaron con un excelente e histórico quinto puesto. Además, Quesada fue el goleador del torneo con 102 puntos.



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