Por : Ron Burgundy
Si bien Sudáfrica se coronó nuevamente campeón, el seleccionado argentino consiguió un histórico tercer puesto, venciendo dos veces a los locales y también derrotando a Irlanda y a Escocia
Siguiendo con la recorrida por los Mundiales de rugby y esperando el de Inglaterra que comienza este viernes 18 de septiembre, la escala nos lleva esta vez a Francia 2007, un torneo inolvidable para Los Pumas. Como había sucedido en el torneo pasado en Australia, los 20 equipos que disputaron el certamen se dividieron en cuatro grupos de cinco países cada uno, clasificando los dos primeros de cada zona a cuartos de final.
El campeón fue Sudáfrica, que obtuvo su segundo título luego del logrado en su casa en 1995. Los Springboks ganaron la fase de grupos invictos y con gran autoridad, venciendo en el debut a Samoa por 59-7, luego blanquearon increíblemente al campeón defensor -Inglaterra- por 36 a 0, les siguió una ajustada victoria 30-25 contra Tonga y cerraron goleando a Estados Unidos 64-15.
En cuartos de final se cruzaron con Fiji -equipo que dio la sorpresa eliminando a Gales- y nuevamente los sudafricanos ganaron con autoridad 37 a 20. En su paso previo a la final les tocaba la gran revelación del torneo, Los Pumas.
Los Springboks sabían que no podían salir a atacar directamente a la gran defensa argentina, por lo que les cedieron la pelota y jugar a forzar el error albiceleste. La estrategia les salió a la perfección, consiguiendo tres tries por robos o anticipos de pelota en el primer tiempo, y el resultado final sería 37 a 13 en su favor.
En la final les tocó un viejo conocido: Inglaterra. La Rosa quería revalidar el título obtenido en Australia y vengarse de la goleada sufrida en el segundo partido del Grupo A, pero la gloria fue para los de verde. Con cuatro penales de Percy Montgomery más uno de François Steyn, Sudáfrica ganó 15-6 (dos penales de Jonny Wilkinson para los ingleses) y levantó su segundo trofeo William Webb Ellis. Pero durante todo el torneo los flashes se los llevó el equipo argentino.
Los Pumas compartieron el Grupo D con Francia, Irlanda, Georgia y Namibia, en lo que fue considerado el Grupo de la Muerte por la presencia de Les Bleus, el Trébol y nuestro selecionado. En el partido inaugural, Argentina jugaba contra Francia y lograba el primer gran golpe, venciendo a los anfitriones 17-12 y marcando todos los puntos en el primer tiempo -con un inolvidable try de Ignacio Corleto-.
Con dos victorias más con goleada incluida (33-3 ante Georgia y 63-3 a Namibia), el ánimo de Los Pumas estaba en alza. En la última fecha esperaba Irlanda, verdugo en la Copa pasada y equipo que se jugaba a todo o nada para clasificar a la siguiente fase. Finalmente, Los Pumas ganarían 30-15, eliminaban a los de la Isla Esmeralda y cerrando el grupo primeros, con cuatro partidos jugados y cuatro ganados, logrando por segunda vez en la historia el pase a cuartos de final y dejando con la boca abierta a más de uno. En la siguiente fase tocó Escocia, y el equipo nacional tenía la posibilidad histórica de meterse por primera vez en semifinales.
Con un try de Gonzalo Longo, Argentina ganó 19-13 y se coló entre los cuatro mejores del torneo. Pero en semis los argentinos salieron a jugar de igual a igual con los Springboks, que se impusieron con toda su experiencia. Los Pumas tenían otra oportunidad de quedar en la historia grande del rugby en el partido por el tercer puesto contra Francia.
Y otra vez con un juego contundente y perfecto, los del yaguareté le ganaron a los locales por segunda vez en el campeonato, esta vez 37 a 10, consiguiendo el tercer lugar del podio y la medalla de bronce tan merecida y celebrada.
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