Por : MD
Muy pocos conocen probablemente que el origen de una de las firmas comerciales más importantes del mundo, la todopoderosa Nike, se debió a la inspiración que uno de sus fundadores obtuvo de una simple máquina de hacer Waffles
Las Primeras Nike Waffle |
Puede que muchos lo desconozcan, pero una de las firmas más importantes del mundo, la marca de ropa deportiva Nike tuvo su razón de ser gracias a la inspiración que le llegó a uno de sus fundadores, Bill Bowerman, en el momento menos inesperado y de la manera más sorprendente. Porque, ¿alguien puede llegar a entender o asociar la relación existente entre Nike y una máquina para hacer gofres?Pues aunque pueda parecer increíble, la misma existe y es mucho más crucial en la historia de la firma norteamericana de lo que parece.
Una idea, un objetivo y una inspiración
Para conocer toda la historia en detalle tenemos que viajar en el tiempo. Concretamente al año 1971. Hacía tan sólo unos años que la compañía que sería el germen de lo que hoy es Nike, creada por Philip Knight y Bill Bowerman, existe con el objetivo de poner en marcha los términos del acuerdo conseguido con la firma japonesa Onitsuka para distribuir las zapatillas que ésta produce en el territorio de los Estados Unidos. Tan sólo unos años más tarde, en 1972, nacería oficialmente Nike.
Pero en 1971 las aspiraciones de Knight y Bowerman para su compañía iban mucho más allá de ser una simple distribuidora del calzado de la marca japonesa. Tanto uno como otro tenían como objetivo fundamental el establecerse como ellos mismos, su joven empresa, como creadora de calzado para lo cual saben que necesitan un elemento de valor en los mismos que les diferencie de los demás. Ese valor añadido que buscan lo identifican en tratar de aligerar sus zapatillas, hacerla más livianas para los deportistas.
Concretada la idea e identificado el objetivo de la empresa, faltaba lo más importante: el determinar cómo hacerlo. Y como en las grandes ocasiones, sólo una acción simple podía dar lugar a una de las empresas más grandes del mundo.
Perdido en mil pensamientos acerca de cómo poder conseguir dicha meta, Bill Bowerman se encontraba un domingo cualquiera observando cómo su mujer le preparaba uno de sus postres favoritos: los waffles. Para ello, la sra. Bowerman vertía la masa necesaria en la máquina de waffles para obtener, al cabo de unos instantes, el preciado postre. Y la luz se hizo.
Observando todo el proceso que realizaba su mujer para crearlos, a Bowerman se le ocurrió una idea descabellada: pensó si no sería posible poner en marcha un proceso similar para la creación de zapatillas. A los pocos minutos, la sra. Bowerman observaba asombrada como su esposo se encontraba ante la citada máquina vertiendo caucho sobre la misma. El resultado, el que nadie esperaba: una suela de zapatilla en forma de rejilla que reducía considerablemente el peso final del producto, con una especie de salientes que finalmente se convirtieron en tacos. Además, no sólo era más ligera sino que además el sistema de rejillas amortiguaba los rebotes y tenía mucha más tracción. Sólo había que probarlo para saber si tan descabellada idea tendría éxito.
El atleta del momento
¿Podía ser tan bueno el resultado como el que Bowerman y Knight anhelaban? Tan sólo era cuestión de probarlas. Para ello, eligieron al que todos consideraban el atleta del momento destinado a marcar una meta en el atletismo: Steve Prefontaine, algo que probablemente habría sucedido de no producirse un trágico accidente de coche que se llevó su vida con tan sólo 24 años.
Con los dedos cruzados, Bowerman y Knight esperaban nerviosos la valoración final de Prefontaine tras la prueba que estaba realizando. La respuesta de éste, contundente: "Quiero un par de estas zapatillas y las quiero ya". Los dos fundadores de Nike habían dado a Prefontaine unas zapatillas de tan solo 85 gramos de peso con las que el atleta había volado sobre la pista casi de manera literal, batiendo marcas establecidas.
Con el producto definido, Bowerman y Knight decidieron llevar su empresa un paso más allá y concluyeron su papel como distribuidores del calzado japonés para convertirse en productores de calzado bajo una nueva denominación: Nike.
Los dos creadores bautizaron a esa primera zapatilla como no podía ser de otra manera: Waffle, en inglés.
A este modelo les siguieron las Waffle Trainer, después las Oregon Waffle, las inversiones en publicidad, el patrocinio deportivo, la llegada de las grandes estrellas del deporte a la marca, el Just do it, los Jordan, Cristiano Ronaldo y compañía, o los más de 30.000 millones de dólares que Nike es capaz de facturar cada año.
Y todo, surgido desde una máquina de hacer Waffles.
-ADN de Atletas-