miércoles, 21 de octubre de 2015

Mario Ledesma, el hombre que conoce a fondo a Los Pumas y estará en la otra vereda

-ADN de Atletas-

Uno de los símbolos que ha tenido este equipo en el Mundial pasado, estará del lado australiano en la semifinal del domingo, ya que entrena a los forwards de los Wallabies. Alguien que tendrá los sentimientos más encontrados que ningún otro.






Si hay alguien que se emocionará con el himno argentino de una manera muy especial, será él. Si hay alguien que pretenderá ganarles a Los Pumas, increíblemente, será él. Porque él tiene los sentimientos más encontrados que nadie más en todo el planeta, trabajando para unos pero con el corazón para siempre en los de enfrente.

En ése juego de veredas está Mario Ledesma, el ex hooker del seleccionado argentino que en la actualidad se desempeña como entrenador de los forwards en Australia, el rival que tendrá el elenco de Daniel Hourcade el domingo que viene en Londres, por las semifinales de la Copa del Mundo de Inglaterra.

El ex rugbier surgido de Curupaytí hace ya cuatro años -tras la Copa de Nueva Zelanda 2011- está retirado y forma parte del staff técnico de Michael Cheika, como guía de los delanteros en este proceso en uno de los más grandes del planeta y potencia absoluta en este juego

Mario tiene 42 años y fue parte de Los Pumas en cuatro mundiales, desde 1999 hasta la edición anterior. No marcó tries pero como está a la vista, fue fundamental y jugó todos los partidos que Argentina disputó en cada uno de los Campeonato del Mundo.

Un total de 20 tests matches en esta cita. El corazón estará con los de enfrente, los albicelestes. La razón, con los australianos, guiándolos para lastimar el esquema argentino y saber qué debilidades puede explotar el conjunto oceánico. Ledesma será la persona que vivirá de una manera única este partido.

Quizás tenga la sonrisa -pero el alma algo herida- si gana Australia por la satisfacción del trabajo realizado como profesional que es, o por el contrario, apriete el puño debajo de un escritorio, alegrándose si el equipo de Hourcade termina siendo el ganador. Difícil estar en sus zapatos en estas horas.


-ADN de Atletas-