El rey de los grupos cicloturistas, paradigma de la calidad/precio, se renueva completamente heredando estética y funcionamiento de los grupos superiores además de, por supuesto, estrenar los 11 piñones
Shimano vuelve a cerrar el círculo en lo que ya es una tradición en el ciclo de vida de sus productos. Un recorrido en el que el Dura-Ace recibe las novedades y en años sucesivos las soluciones técnicas se van trasladando a Ultegra y 105.
Aunque por debajo la _ rma japonesa también cuenta con Tiagra y Sora, éstos tienen como destinatario un público mucho más recreativo y un uso más puntual, por lo que su intervalo de actualización es más amplio que en los tres grupos superiores.
Centrándonos en el 5800, como Shimano ha etiquetado a esta nueva versión del grupo cicloturista por excelencia, observamos a primera vista que la estructura sigue la línea marcada por los hermanos mayores. Especialmente patente es la incorporación de las bielas de cuatro brazos, con disposición asimétrica para reforzar la región donde más fuerza se ejerce, minimizando así las flexiones.
Siguiendo la tendencia, desaparece la diferencia entre estándar y compact, contando con un único diámetro de circunferencia para todos los platos. En nuestra unidad, pudimos disfrutar del desarrollo de moda en estos momentos. Platos 52/36 que, en combinación con el casete 11-28, consiguen cubrir un amplio rango que permite desde competir en carreras máster hasta afrontar sin miedo la inmensa mayoría de puertos.
También de sus hermanos mayores recoge este 105 el diseño del desviador delantero con un brazo de palanca más largo. Es pura física: a mayor longitud, menos fuerza necesitaremos para moverlo, habiéndose reducido además el desplazamiento de maneta necesario para accionarlo. En las manetas también hay evoluciones, no sólo por la mejorada ergonomía con el diámetro del agarre reducido que las hace más cómodas para aquellos con manos pequeñas, sino a nivel mecánico con el tiro de cable ubicado más cerca de la base.
Así el cable hace una curva menos forzada, lo que unido al recubrimiento de polímero convierte el funcionamiento en pura mantequilla. Los frenos es otro de los puntos donde el cambio es grande. Shimano ha apostado fuerte con su sistema de doble pivote separado, que aporta una capacidad de detención modulable, sin cambios bruscos en la distribución de la frenada y con potencia más que suficiente
Vamos a la carretera
Suavidad y precisión. Las dos palabras que definen por naturaleza a los grupos Shimano quedan fielmente reflejadas en este 105, cuyo funcionamiento no sólo no se resiente con esa undécima corona sino que mejora con creces respecto a la anterior versión, sobre todo en lo referente al primer parámetro. Sorprende en un grupo de este rango de gama que los ruidos sigan brillando por su ausencia, sobre todo teniendo en cuenta la reducción de grosor de la cadena, lo que hace que nos preguntemos dónde estará el límite en el aumento del número de coronas.
La precisión se deja notar en forma de cambios tremendamente rápidos y nítidos, sin importar si estamos pedaleando con mucha cadencia o atrancados de pie. También, como destacábamos antes, este piñón extra nos permite mantener un casete suficientemente amplio para todo tipo de uso sin que ello obligue a saltos demasiado grandes de un desarrollo al otro.
En el aspecto negativo hay que señalar el peso. Es una desventaja que seguramente no se nos hubiese ocurrido mencionar ante otro producto de gama media, pero es que el funcionamiento de este nuevo 105 se acerca tanto a la perfección, que en marcha nos olvidamos de que Shimano aún tiene dos grupos superiores. Un punto negativo que se olvida rápidamente, sobre todo cuando comprobamos que su precio –bielas, casete, manetas, desviador, cadena y frenos
Suavidad y precisión. Las dos palabras que definen por naturaleza a los grupos Shimano quedan fielmente reflejadas en este 105, cuyo funcionamiento no sólo no se resiente con esa undécima corona sino que mejora con creces respecto a la anterior versión, sobre todo en lo referente al primer parámetro. Sorprende en un grupo de este rango de gama que los ruidos sigan brillando por su ausencia, sobre todo teniendo en cuenta la reducción de grosor de la cadena, lo que hace que nos preguntemos dónde estará el límite en el aumento del número de coronas.
La precisión se deja notar en forma de cambios tremendamente rápidos y nítidos, sin importar si estamos pedaleando con mucha cadencia o atrancados de pie. También, como destacábamos antes, este piñón extra nos permite mantener un casete suficientemente amplio para todo tipo de uso sin que ello obligue a saltos demasiado grandes de un desarrollo al otro.
En el aspecto negativo hay que señalar el peso. Es una desventaja que seguramente no se nos hubiese ocurrido mencionar ante otro producto de gama media, pero es que el funcionamiento de este nuevo 105 se acerca tanto a la perfección, que en marcha nos olvidamos de que Shimano aún tiene dos grupos superiores. Un punto negativo que se olvida rápidamente, sobre todo cuando comprobamos que su precio –bielas, casete, manetas, desviador, cadena y frenos
El veredicto
El peso como único argumento. Eso es lo que parece transmitir Shimano con su actual escalado de grupos. Acostumbrados al Dura-Ace de la Trek Domane que tenemos para uso habitual en la revista, pasar al nuevo 105 no nos ha supuesto ningún trauma. Sinceramente dudamos mucho que haya mucha gente que a ojos cerrados pudiera apreciar la diferencia de funcionamiento entre ambos grupos.
La ergonomía de las manetas es igual, los frenos de anclaje directo cuentan incluso con un punto más de mordiente al ser más robustos y las bielas han llegado a estar montadas en la mencionada Domane.
Así que llegados a este punto, es el momento de valorar lo importantes que son los en torno a 500 g de diferencia entre ambas opciones. Una cifra reseñable y que lamentablemente supone muchos euros reducir. ¿Compensa realmente cuando a la mayoría de los cicloturistas les sobra algún kilo? En la bici de test, originalmente montada en Ultegra de 10v, se notaba el cambio al lanzar la bici o afrontar subidas.
Sin embargo, se compensa con el exquisito funcionamiento que aporta, en especial en lo que respecta a la suavidad donde el anterior 105 quedaba claramente desenganchado de sus hermanos.
El peso como único argumento. Eso es lo que parece transmitir Shimano con su actual escalado de grupos. Acostumbrados al Dura-Ace de la Trek Domane que tenemos para uso habitual en la revista, pasar al nuevo 105 no nos ha supuesto ningún trauma. Sinceramente dudamos mucho que haya mucha gente que a ojos cerrados pudiera apreciar la diferencia de funcionamiento entre ambos grupos.
La ergonomía de las manetas es igual, los frenos de anclaje directo cuentan incluso con un punto más de mordiente al ser más robustos y las bielas han llegado a estar montadas en la mencionada Domane.
Así que llegados a este punto, es el momento de valorar lo importantes que son los en torno a 500 g de diferencia entre ambas opciones. Una cifra reseñable y que lamentablemente supone muchos euros reducir. ¿Compensa realmente cuando a la mayoría de los cicloturistas les sobra algún kilo? En la bici de test, originalmente montada en Ultegra de 10v, se notaba el cambio al lanzar la bici o afrontar subidas.
Sin embargo, se compensa con el exquisito funcionamiento que aporta, en especial en lo que respecta a la suavidad donde el anterior 105 quedaba claramente desenganchado de sus hermanos.
Como en versiones anteriores, el 105 se enfoca hacia el cicloturista puro. Ciclistas amantes de las largas cabalgadas donde no importa tanto el peso y sí contar con una mecánica que aguante el paso de los kilómetros sin inmutarse.
En ese rango, tanto SRAM como Campagnolo cuentan también con una interesante oferta. Los americanos nos proponen el Rival22. De aspecto robusto, comparte con sus hermanos mayores el accionamiento Double Tap mediante una única palanca, tanto para subir como para bajar, con tecnología Zero Loss que minimiza el recorrido muerto proporcionando un tacto muy directo y cambios definidos.
En el cambio destaca la versión WiFLi que permite montar un casete 11-32, teniendo otras dos opciones de dentado al igual que los nipones. Por su parte, para encontrar una equivalencia en la marca italiana tendríamos que elegir el grupo Athena, primero en el rango en incluir 11 piñones.
Al contrario que Rival22 y 105, aquí podemos optar por versión electrónica EPS, algo de lo que sus rivales carecen. Aunque el Athena aún no ha recibido la renovación que para 2015 ha hecho Campagnolo a sus grupos mecánicos, contamos con la misma ergonomía de manetas que en los grupos superiores de esta temporada y el sistema típico de la marca en el que cada palanca sirve para una cosa: freno, subir piñones/plato y el gatillo al alcance del pulgar para bajarlos.
El tacto es duro y seco, está en los genes. Cuenta sólo con una única opción de casete: 11-29, mientras que en las bielas, al igual que Shimano, también dispone de dentado 52/36 para la versión Compact.
Algo menos de medio kilo de peso marcan la diferencia entre el estelar Dura-Ace y este 105 que hemos exprimido para vosotros. Aquí os dejamos el desglose de pesos.
Dura-Ace
|
Ultegra
|
105
| |
Bielas |
683 g /
|
765 g /
|
756 g /
|
Casete |
166 g /
|
12 g /
|
277 g /
|
Manetas |
365 g /
|
425 g /
|
438 g /
|
Cambio |
158 g /
|
195 g/
|
229 g /
|
Desviador |
66 g /
|
89 g /
|
90 g /
|
Cadena |
243 g /
|
253 g /
|
263 g /
|
Frenos |
297 g /
|
335 g /
|
390 g /
|
Total |
1.978 g /
|
2.274 g /
|
2.443 g /
|
-ADN de Atletas-